PSG celebrando

Sin equivalencias. Está claro que, desde la llegada de Qatar al París Saint-Germain en 2011, en el fútbol francés ha imperado una clara hegemonía. Lo que se está viendo, sin embargo, es todavía más profundo: incluso con una «unidad B» y en un partido iniciado con un tempranero gol en contra, el PSG es capaz de destrozar a sus rivales como lo hizo frente a un valiente pero muy inferior Saint-Étienne (1-6). Si en algún momento «ha habido liga», es porque así lo han querido los de Luis Enrique.

Un 2025 perfecto a nivel local

En los tres meses de año, el PSG no conoce la derrota en el panorama nacional. Además de ganar la Supercopa Francesa a principios de enero, los parisinos han arrasado con cualquier posibilidad que tuvieran el Mónaco o el Olympique de Marsella de discutirle el título liguero. Más de 20 puntos separan a ambos escoltas de la cima, monopolizada por un conjunto que parece imbatible.

Tan contundente es el dominio del París Saint-Germain que, con su goleada en Saint-Étienne, superó un récord de 38 partidos sin perder fuera de casa que le correspondía a otro histórico equipo como fue el Milan de Fabio Capello. Además, este triunfo supuso su décima segunda victoria consecutiva lejos del Parque de los Príncipes, un verdadero bastión que solamente un milagroso Liverpool ha podido conquistar en este 2025.

La Champions League, la obsesión del PSG

Con su ya rutinaria vuelta olímpica en Francia a punto de consumarse, los ojos de los dirigidos por Luis Enrique se dirigen hacia Europa. Favoritos a todo luego de dar el batacazo en Anfield, el choque frente a un Aston Villa poco brillante pero encabezado por un especialista en eliminatorias como es Unai Emery será una gran prueba para ver de qué está hecho realmente este París.

Comandado por la solidez de Pacho y de Marquinhos en la zaga, la potencia física e inteligencia táctica de Nuno Mendes y Hakimi en los laterales, la creatividad de Vitinha, Fabián y João Neves en el centro del campo o el poderío y la magia de Dembélé, Kvaratskhelia, Barcola y Doué en ofensiva, este PSG parece preparado para ganar su primera Orejona. El tiempo dirá si un genial estratega como Luis Enrique puede llevar la teoría a la práctica.

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