En los últimos días, el ambiente en la ciudad de Lleida ha estado caldeado porque, otra vez, la Paeria, liderada por Félix Larrosa, vuelve a dar la espalda al conjunto de la terraferma. El Camp d’Esports, casa del club durante 85 años, puede ser hogar de más de un club en la ciudad catalana. El Ayuntamiento municipal propone un convenio de cuatro años, con uso especial del estadio. Es decir, que más gente puede utilizar el templo de los del oeste de Cataluña.
Descontento en Lleida
Este enfado ya es la acumulación de muchos años, donde al Lleida se le ha dado la espalda y no se le ha ayudado como se merece. Un club que ha jugado en primera división dos años y que ha conseguido grandes hazañas. Es poco común ver cómo los políticos de una ciudad no quieren lo mejor para un club, pero esto en la capital del ponente de Cataluña está pasando.
Por otra parte, en el Ayuntamiento, el jefe de gabinete es Xavier Batalla, expresidente del Atlètic Lleida, club que pretende competir al Lleida. Esto puede hacer que en la Paeria haya unos amiguismos bastante evidentes. Este lío solo hace enfurecer a una afición que ha salvado a un club que ha estado a punto de morir en varias ocasiones, y esta propuesta puede llevar a la desaparición del Lleida CF, ya que un convenio a cuatro años no es suficiente para crear un proyecto motivado, porque la Paeria en cualquier momento puede hacer lo que le plazca con el estadio.
La afición al rescate
El pueblo está hablando y mostrando su descontento, tanto en las gradas como en las calles. El lunes, hubo una concentración en la plaza del Ayuntamiento municipal, y este jueves habrá una manifestación para hacer ver a los políticos que en Lleida lo tienen claro.
Como en todos los casos donde un club está a nada de desaparecer del mapa, los socorristas son la gente que más los quiere: los aficionados. Aunque esté en una mala dinámica el conjunto del Camp d’Esports, los fieles siempre están allí para darle la mano a los jugadores, al mismo tiempo que están sosteniendo al club de sus amores.