El 11 de marzo, el PSG logró una hazaña memorable al eliminar al Liverpool en los octavos de final de la UEFA Champions League. Tras un partido de ida en el que los Reds se impusieron 0-1 en París, la vuelta en Anfield terminó con un empate global (1-1) que se definió en una tanda de penaltis, donde el PSG se impuso 4-1.
Este resultado marcó el fin del camino para uno de los favoritos al título y consolidó al equipo de Luis Enrique como un contendiente serio.
Un Liverpool irreconocible en la ida
El partido de ida, disputado el 5 de marzo en el Parque de los Príncipes, dejó una impresión ambigua. El PSG dominó ampliamente, con 27 disparos frente a solo 2 del Liverpool, pero una actuación estelar de Alisson Becker y un gol tardío de Harvey Elliott dieron la ventaja a los ingleses.
A pesar de su liderazgo en la Premier League, el Liverpool mostró vulnerabilidades defensivas y una falta de contundencia ofensiva que el PSG no supo capitalizar. Este resultado engañó a muchos, pues el marcador no reflejó el trámite del juego, dejando la eliminatoria abierta para la vuelta.
La reacción del PSG en Anfield
La vuelta en Anfield fue un espectáculo de intensidad. El PSG golpeó primero con un gol de Ousmane Dembélé a los 12 minutos, aprovechando un contraataque letal tras una carambola defensiva del Liverpool.
Este tanto igualó la serie y cambió la dinámica del encuentro. Aunque los Reds intentaron reaccionar, con oportunidades claras como un cabezazo de Jarell Quansah al poste y un remate de Salah, que salvó Kvaratshkelia, casi, in-extremis, su falta de precisión les pasó factura.
El PSG, por su parte, mostró solidez defensiva y una capacidad para resistir el asedio local, destacando las intervenciones de Gianluigi Donnarumma y los despejes de William Pacho.
La definición en penaltis: Donnarumma, el héroe
Tras 120 minutos sin más goles, la eliminatoria se decidió en una tanda de penales. Aquí emergió la figura de Donnarumma, quien atajó los disparos de Darwin Núñez y Curtis Jones, asegurando la victoria del PSG por 4-1.
La precisión de los parisinos, con Dembélé y Desiré Doué brillando en sus ejecuciones, contrastó con la presión que pareció superar a los jugadores del Liverpool. Este desenlace evidenció la fortaleza mental del equipo francés y la fragilidad de un Liverpool que no supo cerrar la serie en casa.
Claves de la eliminación: Alisson no fue suficiente
Aunque Alisson mantuvo al Liverpool en pie con paradas espectaculares en ambos partidos, el resto del equipo no estuvo a la altura. La falta de efectividad de Mohamed Salah y Darwin Núñez, combinada con errores defensivos y un medio campo superado por Vitinha y João Neves, expuso las carencias de los Reds.
El PSG, en cambio, mostró un plan claro bajo la dirección de Luis Enrique, aprovechando su calidad individual y colectiva para dar el golpe en Anfield. Esta eliminación plantea dudas sobre el nuevo formato de la Champions y la capacidad del Liverpool para sostener su favoritismo en Europa.