Pedro Fernández «Dro» empezó a estar en boca de todos cuando surgieron informaciones que apuntaban a que Hansi Flick y su cuerpo técnico veían en él algo especial. El joven jugador pasaba directamente del Juvenil B a la pretemporada con el primer equipo, un salto poco habitual que solo ocurre con un talento extraordinario.
Finalmente, fue incluido en la gira veraniega y, en apenas 13 minutos ante el Vissel Kobe, dejó huella. Realizó varias acciones de gran nivel técnico y anotó un gol en el minuto 87. Un disparo de primeras desde fuera del área que no solo significó un gol, sino también su carta de presentación.
Val Miñor, talento precoz y una apuesta firme por su desarrollo
Pedro Fernández Sarmiento, conocido como “Dro”, nació el 12 de enero de 2008 en Nigrán (Galicia). Hijo de madre filipina y padre gallego, creció en un entorno familiar estable que siempre ha acompañado su desarrollo con discreción.
Comenzó a jugar en el Val Miñor, una de las canteras más prestigiosas de Galicia, de la que también salieron talentos como los hermanos Alcántara. A los 14 años puso rumbo a La Masia junto a su compañero Pedro Villar, con quien compartía equipo en Galicia. Ambos dieron el salto al Barça al mismo tiempo y han crecido de la mano durante estos años, consolidándose esta última temporada como dos piezas fundamentales del Juvenil B.
Desde su llegada, Dro ha competido habitualmente con categorías superiores a su edad tanto en cadetes como en juveniles. En el club siempre lo han considerado un jugador muy talentoso, y han priorizado que tenga continuidad antes que acelerar su salto de etapa. Esa regularidad ha sido clave en su desarrollo, y junto a su rendimiento en el Juvenil B, ha llamado también la atención de los seleccionadores nacionales, participando en distintas convocatorias de las categorías inferiores de España. Un camino firme y sin atajos que lo ha llevado a ganarse la mirada de Hansi Flick.
Un interior distinto con ecos de Iniesta
Dro ha confesado que su ídolo es Pedri, aunque desde dentro del club no dudan en compararlo con Iniesta por su estilo. Puede jugar cerca de la base, pero donde realmente destaca es en tres cuartos de campo. Parte desde la banda izquierda y aparece por dentro, como tantas veces hizo el manchego.
Desde pequeño, sus entrenadores destacan algunos rasgos que lo hacían especial: madurez en el juego, controles orientados, toma de decisiones rápida y mucha personalidad. Todo eso lo demostró en su debut: conducciones con sentido, pases con intención y ese disparo final que cerró su actuación. Es un perfil distinto, que puede ofrecer soluciones creativas en la banda izquierda.
Un estreno ilusionante y un camino por construir
La aparición de Dro no es casual. Durante la temporada 24/25 ya había entrenado en alguna ocasión con el primer equipo. Al saber que Flick contaba con él, trabajó con su preparador físico para llegar al máximo nivel.
Desde el inicio de la pretemporada se ha ganado la atención del cuerpo técnico. Su rendimiento le ha permitido formar parte de la gira veraniega. Sin embargo, en el club lo tienen claro: nada de prisas ni de presiones. La idea es que tenga minutos con regularidad.
Si no es en el primer equipo, lo será en el Barça Atlètic, donde puede ser una pieza clave para buscar el ascenso. En cualquier caso, Dro ya está en el radar. Y si mantiene este crecimiento, no sería raro verle dar un paso definitivo más pronto que tarde.








