Samuel Umtiti ha comunicado, en un emotivo vídeo, que colgaba las botas, tras trece años en la élite del fútbol. En este artículo se dará una visión sobre su paso por el FC Barcelona en los seis años que estuvo defendiendo la camiseta culé.
Llegada a Barcelona
Mercado de verano de 2016, el Barça en busca de un central que le dé un relevo generacional a Javier Mascherano, jugador que estaba rindiendo por debajo de sus capacidades y, encima, se estaba haciendo mayor. En ese entonces, el Barça venía de fichar centrales que no acabaron de dar el rendimiento que se esperaba, como Jérémy Mathieu o Thomas Vermaelen, a los que posteriormente se les buscó una salida de la entidad.
El Barça se fija en seis centrales; entre ellos se encontraban Laporte o Marquinhos, que terminarían siendo estrellas mundiales, aunque el elegido fue Samuel Umtiti, que estaba destacando en la Ligue 1 con el Olympique Lyon y que estaba a punto de dar el salto a los grandes clubes de Europa, aunque acabó decantándose por el proyecto «blaugrana».
Luis Enrique, entrenador azulgrana en ese entonces, le dio la titularidad en el primer partido de liga frente al Real Betis, compartiendo el eje de la defensa con Gerard Piqué, su tándem en las dos primeras campañas, siendo una de las mejores del momento, ya que se entendían a la perfección.
El defensa francés se ganó el cariño del Camp Nou muy rápido, debido a su compromiso y adaptación al club, siendo un fichaje muy acertado por parte de la directiva, ya que desde la retirada de Carles Puyol no se encontraba un perfil de jugador que acompañara a Gerard Piqué. Umtiti fue un excelente defensor, caracterizado por su rapidez, técnica y contundencia.
El central del mundo
Con el Mundial de Rusia al acecho, arrancaba la temporada 2017-18. Tras una temporada en la que el Barça tan solo había logrado la Copa del Rey, se tenía que revertir la situación. Y, con los fichajes de Paulinho y Dembélé y la llegada del técnico Ernesto Valverde, hicieron una temporada, en la que les faltó la Champions, para marcar una de las mejores campañas en la historia del club.
Umtiti fue fundamental en el esquema de «Txingurri», convirtiéndose en uno de los mejores centrales del mundo y logrando la Liga a 14 puntos del segundo y proclamándose campeones de forma invicta, aunque acabaron perdiendo en la penúltima jornada, en un frenético duelo frente al Levante con un resultado final de 5-4.
El Barcelona era el dueño local, logrando la Copa del Rey, venciendo a un flojo Sevilla, con una odisea de goles (0-5), en la cual los andaluces no pudieron hacer nada. En la previa, Andrés Iniesta había anunciado que se iba del Barça al acabar la temporada y ese partido fue la guinda del pastel para la carrera del manchego, ya que marcó su último gol con la camiseta «blaugrana».
En Europa se cambiaron las tornas. Los azulgranas eran un claro candidato a alzarse con el título y, parecía que estarían en la final, pero se quedaron a las puertas. El Barça superó al Olympique Lyon en octavos y, en el sorteo para saber su próximo rival, le tocó la «cenicienta» o eso creían, la Roma.
En la ida, el Barça venció por 4-1 y parecía sentenciada, pero en Italia, el equipo de la capital remontó la serie con un 3-0, que certificaba el pase.
Umtiti era uno de los mejores centrales del mundo y Francia no tardó en llamarlo para que los representase en el mundial.
El principio del adiós
Didier Deschamps, seleccionador francés, llamó a Samuel Umtiti para disputar el Mundial de Rusia. Francia era una de las claras candidatas, tras ser subcampeona en la anterior Eurocopa. Una selección con estrellas como Griezmann, Pogba o Kanté y jóvenes promesas como Kylian Mbappé. Todos ellos sumados a Umtiti querían ganar el Mundial y convertirse en bicampeonas mundiales.
Umtiti realizó un mundial a un gran nivel, aunque generó alguna duda con su rodilla izquierda, que empezaba a ser un grave problema en su carrera. Pese a eso, salvó a su equipo en semifinales frente a Bélgica, con su solitario gol y su baile.
Tras su magnífico rendimiento en el conjunto «blaugrana», la directiva decidió blindar a su jugador, pese a los intereses del Manchester United, para ficharlo por 100M, aunque con un salario extremadamente alto.
Para el inicio de la campaña 2018-19, Umtiti seguía arrastrando molestias en su rodilla y no quiso seguir las recomendaciones de los médicos de operar y quería seguir un tratamiento conservador. El club solo pudo contar con su ayuda en tan solo 15 partidos y fue sustituido por Clément Lenglet, jugador que hizo una gran campaña.
El ya campeón del mundo seguía sin querer operarse y su rendimiento continuaba disminuyendo, igual que el del club que haría una temporada en blanco. En esta campaña (19-20) tuvieron la peor goleada en la historia del club en Champions League, un 2-8, frente al Bayern München. Tanto el Barça como Umtiti necesitaban aire nuevo. El Barça lo logró con un cambio de entrenador (aunque la dinámica no cambió), pero el zaguero no, que continuaba viendo cómo todos los jugadores le pasaban por encima, incluso los de la Masia, como Araújo o Mingueza.
El último capítulo en Can Barça
Ya en caída libre y sin frenos, la cifra de partidos como blaugrana continuaba disminuyendo, convirtiéndose en un suplente fijo para Koeman y jugando en partidos intrascendentes. La directiva buscó desquiciadamente una salida, aunque ningún equipo le abrió las puertas. En la primera temporada de Ronald Koeman, Umtiti ganó su último título como culé, la Copa del Rey, aunque sin importancia para el equipo.
En su última campaña como jugador azulgrana, jugó tan solo un encuentro y se le acabó rescindiendo el contrato para liberar masa salarial y poder inscribir jugadores.
Samuel Umtiti ganó 2 Ligas, 3 Copas y 2 Supercopas como azulgrana, aunque lo más doloroso fue ver que su sonrisa en los terrenos de juego se iba borrando de su rostro.
El Barça vio cómo su muro se agrietó en su mejor momento y terminó derrumbándose.
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