Levante UD 0-3 Rayo Vallecano: De Frutos y Álvaro García hunden al Levante

El Ciutat de València se vestía de gala para un duelo de necesidades entre Levante y Rayo Vallecano, dos equipos con objetivos similares: sumar tres puntos que les permitieran alejarse de la zona baja y ganar confianza tras un arranque irregular.

En un ambiente especial marcado por el Día Mundial contra el Cáncer de Mama —con ambos conjuntos portando camisetas de apoyo y el público entregado desde el inicio—, el encuentro prometía intensidad, emociones y, sobre todo, urgencia por parte de ambos bandos.

Primera parte: De Frutos impone la ley del ex en un Ciutat eléctrico

El partido entre Levante y Rayo Vallecano arrancó con un Ciutat de València entregado, teñido de pancartas y mensajes solidarios en el Día Mundial contra el Cáncer de Mama. Ambos equipos saltaron al campo con la camiseta conmemorativa “Contigo” y un mismo propósito: sumar tres puntos vitales para alejarse de la zona baja de la clasificación. Desde el pitido inicial, el Rayo trató de imponer su estilo de posesión, moviendo el balón de banda a banda para encerrar al Levante en su propio campo. Mientras los locales buscaban la velocidad y el juego directo de Etta Eyong y Brugué para sorprender al contragolpe.

El ritmo fue alto desde el comienzo, aunque el encuentro vivió un pequeño parón simbólico en protesta por el polémico “partido de Miami”, siguiendo la tónica del resto de la jornada. Tras la reanudación, el ambiente se volvió eléctrico y el duelo ganó intensidad. El Rayo dominaba la posesión, pero el Levante respondía con transiciones rápidas, obligando a Mendy y Lejeune a multiplicarse en defensa. Precisamente, el central debutante del Rayo se mostró imperial en los duelos, frenando a Brugué y ganándose los elogios desde el banquillo.

El primer golpe serio llegó al minuto 12. De Frutos, el ex del Levante, se anticipó en el primer palo tras un córner y sorprendió a todos con un taconazo de fantasía para batir a Ryan. Un gesto técnico de enorme calidad que silenció el estadio y abrió el marcador con el 0-1. El atacante, consciente de su pasado granota, no celebró el tanto y pidió perdón al público . Un gesto de respeto que no calmó del todo el malestar de los aficionados locales.

El Levante reaccionó de inmediato. Apenas dos minutos después, Carlos Álvarez apareció libre de marca para rematar un centro raso de Toljan y devolver la igualdad, pero el VAR frustró el festejo al detectar fuera de juego en el inicio de la acción. El tanto fue anulado y el conjunto granota perdió el impulso que había generado su rápida respuesta.

El Rayo, en cambio, aprovechó el desconcierto rival para volver a golpear. En el minuto 25, un mal despeje de Arriaga tras un centro de Ratiu cayó en el corazón del área. Y allí estaba de nuevo De Frutos para fusilar a Ryan con potencia. Doblete para el atacante y máxima efectividad para el conjunto vallecano, que había marcado en sus dos únicos tiros a puerta del primer tiempo. La ley del ex se hacía sentir por partida doble, y el Rayo encarrilaba el encuentro con el 0-2.

Pese al golpe, el Levante no bajó los brazos. Empujado por su público, el equipo de Calero adelantó líneas y se lanzó al ataque. Etta Eyong tuvo la más clara con un disparo cruzado que obligó a Batalla a sacar una mano providencial. Poco después, Brugué dispuso de dos ocasiones en el tramo final, pero le faltó precisión en la definición para acortar distancias antes del descanso.

El Rayo, consciente del peligro, trató de enfriar el ritmo del partido, apoyándose en el liderazgo de Lejeune y el temple de Pedro Díaz, que incluso se animó con un disparo lejano sin fortuna. La primera parte se cerró con un ambiente tenso, propio de un duelo igualado en intensidad pero desigual en eficacia.

Las estadísticas al descanso reflejaban una igualdad casi total: posesión dividida al 50%, nueve faltas recibidas por el Levante y tres por el Rayo, pero la diferencia radicaba en la contundencia. Los de Iñigo Pérez convirtieron sus dos disparos a puerta en goles, mientras que el conjunto granota se fue al vestuario con la sensación de haber hecho méritos sin premio.

El marcador, 0-2, premiaba la pegada del Rayo y la inspiración de De Frutos. Con dos destellos de calidad había castigado a su exequipo y puesto en ventaja a los vallecanos. El Levante, pese a su empuje, necesitaba algo más que orgullo para remontar. Todo seguía abierto, pero el duelo tenía un protagonista indiscutible: Jorge de Frutos, el jugador que cambió el curso del primer tiempo con una actuación de leyenda.

Segunda parte: El Rayo no perdona y Álvaro firma la historia en el tramo final

El segundo tiempo en el Ciutat de València entre Levante UD y Rayo Vallecano comenzó con el Levante decidido a reaccionar, empujado por su gente y con la intención de recortar distancias cuanto antes. Sin embargo, el Rayo Vallecano se mantuvo fiel a su guion: solidez, orden y una efectividad demoledora cada vez que pisaba campo rival.

Los granotas avisaron primero con un remate de Iván Romero que Batalla atajó sin problemas, pero pronto el conjunto de Íñigo Pérez volvió a golpear. Álvaro García, recién ingresado, aprovechó un espacio en la defensa levantinista para cruzar el balón con potencia y firmar el 0-3. Convirtiéndose además en el máximo goleador histórico del club en Primera División.

A partir de ahí, el encuentro se decantó por completo. Mendy seguía siendo un muro atrás hasta que el cansancio le obligó a pedir el cambio. Mientras De Frutos —autor de los dos primeros tantos— dejaba el terreno de juego ovacionado tras una actuación sobresaliente. El Levante, ya sin margen de maniobra, buscó la heroica con un planteamiento ofensivo. Morales y Gumbau ingresaron al campo, pero el Rayo seguía respondiendo con contragolpes letales. Pacha Espino tuvo incluso el cuarto en sus botas, aunque falló con todo a favor.

En los compases finales, el partido se convirtió en una declaración de impotencia del Levante. Pablo Martínez y Morales buscaron el tanto del honor, pero sus intentos se marcharon desviados. Álvaro rozó el doblete en el tiempo añadido, mientras que Lejeune puso calma en una tangana con Espí cuando el duelo ya agonizaba.

El pitido final selló un triunfo redondo del Rayo Vallecano, que mostró su mejor versión: eficacia, solidez y ambición. De Frutos, con su doblete, y Álvaro, con su tanto histórico, fueron los grandes protagonistas de una tarde en la que el conjunto rayista recordó al de sus mejores días, mientras el Levante sigue pagando su falta de acierto en las áreas.