El Real Madrid volvía al Santiago Bernabéu con la moral por las nubes. Apenas una semana después de imponerse al Barcelona en un Clásico vibrante (2-1), los de Xabi Alonso afrontaban la visita del Valencia con el objetivo de consolidar su liderato y mantener la inercia triunfal que los ha impulsado tanto en LaLiga como en Europa. El duelo, que se disputaba este sábado 26 de octubre, prometía emociones fuertes. El Madrid llegaba lanzado y con un Bellingham recuperado para la causa, mientras que el conjunto che buscaba dar la sorpresa y frenar la racha blanca.
Primera parte: Bellingham y Mbappé prolongan el disfrute del Bernabéu
Desde el pitido inicial, el Real Madrid impuso su ley con una presión alta y un fútbol vertiginoso que desbordó por completo al Valencia. Arda Güler dio el primer susto al torcerse el tobillo, aunque se repuso para convertirse en uno de los motores ofensivos. Tchouaméni controló el mediocampo con autoridad, mientras que Huijsen y Militao frenaban cualquier intento de contragolpe visitante.
El primer gol llegó en el minuto 19. Tras una acción embarullada dentro del área, el VAR intervino para señalar penalti a favor del conjunto blanco. Mbappé, sereno y eficaz, engañó al portero y adelantó a los suyos con su 61º tanto como madridista, igualando a Asensio en la tabla histórica del club. El francés celebró con rabia, consciente de su gran momento de forma tras haber sido también decisivo en el Clásico.
El tanto fue el impulso que necesitaba el Madrid para desatarse. Bellingham, Valverde y Arda Güler comenzaron a mover el balón con una precisión milimétrica, generando constantes llegadas al área rival. El segundo tanto llegó tras una jugada magistral: pase filtrado de Bellingham, control y asistencia perfecta de Güler, y definición con la zurda de Mbappé. 2-0 y sensación de rodillo blanco.
Pero el espectáculo no terminó ahí. A punto de llegar al descanso, Bellingham volvió a brillar con luz propia. El inglés, héroe del Clásico, cazó un balón suelto en la frontal y lo colocó con precisión al palo largo. Golazo y rugido del Bernabéu, que volvió a corear su nombre como hacía tiempo no se escuchaba. Jude suma ya 41 goles con la camiseta blanca y ha recuperado por completo su mejor versión. La que combina liderazgo, llegada y temple en los momentos decisivos.
Vinicius, más participativo y sonriente que en anteriores encuentros, erró un penalti que pudo ampliar la ventaja, pero el público lo aplaudió igualmente, en un gesto de reconciliación tras la polémica del Clásico. El ambiente fue inmejorable: antes del encuentro, Mbappé ofreció su Bota de Oro al estadio, y la afición respondió con una ovación ensordecedora.
La primera parte terminó con otra clara ocasión de Arda, tras una gran jugada colectiva iniciada por Bellingham y prolongada por Mbappé y Vinicius, pero el disparo del turco lo atrapó Agirrezabala. El árbitro señaló el final con los valencianistas pidiendo la hora y el Bernabéu coreando el nombre de Bellingham, autor de tres goles en los últimos tres partidos.
El Real Madrid se marchó al descanso con una cómoda ventaja y la sensación de estar viviendo uno de los mejores momentos de la temporada. Con Bellingham de nuevo en modo líder y Mbappé intratable, los blancos confirmaban que el Clásico no fue casualidad, sino el punto de inflexión de un equipo lanzado hacia todo.
Segunda parte: Carreras cierra la fiesta del Real Madrid
La segunda mitad comenzó con el mismo guion que la primera: dominio absoluto del Real Madrid. Xabi Alonso movió el banquillo al descanso, dando entrada a Camavinga y Ceballos por Arda Güler y Tchouaméni, buscando controlar el ritmo y dar descanso a piezas importantes pensando en la visita a Liverpool entre semana. Pero el ritmo no bajó demasiado: el equipo blanco siguió mandando, tocando y generando peligro ante un Valencia incapaz de reaccionar.
El conjunto de Corberán trató de ajustar líneas con un 5-4-1 más cerrado, con Jesús Vázquez como carrilero improvisado por la derecha y Hugo Duro como única referencia ofensiva. Sin embargo, ni siquiera esos cambios bastaron para contener a un Madrid que jugaba a placer. Vinicius y Mbappé seguían estirando al equipo, Mastantuono dejaba destellos de talento, y la defensa valencianista se hundía cada vez más cerca de su portero.
Courtois apenas tuvo trabajo, más allá de un disparo lejano de Almeida que obligó al belga a sacar una mano firme, en la que fue la primera llegada visitante del encuentro. Por su parte, los de Xabi Alonso contemporizaban, sabiendo que el trabajo estaba hecho, pero sin renunciar a seguir ampliando la ventaja.
El cuarto gol llegó en el minuto 82, con firma inesperada. Tras un disparo de Rodrygo que rebotó en la defensa, el balón cayó a los pies de Carreras, que soltó un zapatazo tremendo a la escuadra para poner el broche de oro a una noche redonda. Era su primer gol con la camiseta del Real Madrid, convirtiéndose así en el jugador número 423 en anotar con el club blanco en partido oficial. El Bernabéu lo celebró como si fuera una final.
Antes, el público también había aplaudido un gesto muy simbólico: el saludo entre Vinicius y Xabi Alonso en el momento del cambio. Tras los roces por su enfado en el Clásico, hoy hubo entendimiento, palmada y sonrisa. El Bernabéu lo entendió y respondió con aplausos, cerrando el capítulo.
Con la entrada de Endrick y Rodrygo por Mbappé y Vinicius, el Madrid siguió mostrando su fondo de armario. El brasileño más joven dejó detalles de calidad, combinó bien y participó en la jugada previa al tanto de Carreras. Mientras tanto, el Valencia trataba de maquillar el resultado, pero sin éxito: el equipo che no tuvo ocasiones claras y terminó el encuentro hundido, sin ideas ni frescura.
El Valencia, sin ideas, apenas pudo rozar el gol con un disparo al palo de Javi Guerra en el 90’. En el otro lado, Carreras rozó el doblete con un nuevo zapatazo que se estrelló en la madera. Finalmente, el Real Madrid firmó otra noche perfecta en el Bernabéu, con goles, fútbol y reconciliación.
Próximos compromisos
El Real Madrid visitará Anfield para enfrentar al Liverpool el martes 4 de noviembre a las 21:00h por la cuarta jornada de la Champions League.
El Valencia recibirá al Real Betis en casa el 9 de noviembre a las 18:30 h.








