La 69ª edición del Balón de Oro volvió a reunir a las máximas figuras del fútbol mundial en París, pero el Real Madrid pasó de puntillas por la ceremonia. Tras una temporada 2024/25 irregular, con apenas la Supercopa de Europa y la Copa Intercontinental en sus vitrinas, el club blanco no tuvo grandes protagonistas en una gala dominada por otros nombres propios.
Protagonismo secundario para el Real Madrid
El primer madridista en aparecer en la clasificación fue Jude Bellingham, que se situó en el puesto número 23 del Balón de Oro. El inglés, que el año anterior rozó el Top 10, no logró consolidar su candidatura tras un curso marcado por altibajos.
Poco después llegó el turno de Vinícius Jr., que firmó la decimosexta posición. El brasileño, que en 2024 se quedó a un paso de ganar el galardón, retrocedió en la tabla. Su irregularidad y la falta de títulos colectivos pesaron más que sus destellos individuales.
Huijsen, único nominado al Kopa
En el Trofeo Kopa al mejor jugador menor de 21 años, el representante madridista fue Dean Huijsen, cuya irrupción en la élite estuvo marcada por su cesión en el Bournemouth. El central neerlandés acabó en la sexta plaza, un reconocimiento que confirma su proyección, pero que quedó lejos de los tres primeros.
Courtois, a las puertas del podio Yashin
En el premio Lev Yashin, que reconoce al mejor portero del mundo, Thibaut Courtois se quedó a un paso del podio, terminando cuarto. El belga fue decisivo en muchos momentos, con actuaciones que salvaron puntos en LaLiga y sostuvieron al Madrid en fases críticas de la Champions, pero no logró superar a los guardametas que pelearon por el trono.
Mbappé, un séptimo puesto con sabor agridulce
El último madridista en desfilar por la gala fue Kylian Mbappé, que firmó un séptimo lugar en la clasificación final del Balón de Oro. Su primera temporada como jugador del Real Madrid estuvo marcada por una adaptación irregular, aunque acabó coronándose como Bota de Oro de la temporada. El premio reconoció su impacto ofensivo, pero su candidatura quedó lejos de la pelea por el galardón.
Una gala discreta para el Real Madrid
La gala terminó sin apenas brillo madridista. Dembélé se llevó el Balón de Oro, mientras el Real Madrid, sin representantes en el escenario ni galardones destacados, pasó inadvertido. Tras un curso complicado y lejos de las grandes gestas europeas, el club blanco tendrá que esperar a la próxima edición para volver a aspirar con fuerza.
De momento, el foco del equipo de Xabi Alonso está en el césped: preparar la jornada de LaLiga frente al Levante y seguir trabajando para que, en futuras ediciones, la historia cambie y los nombres blancos vuelvan a figurar en lo más alto del panorama mundial.







