El Liverpool superó al Everton por 2-1 en un nuevo derbi de Merseyside que dejó lecturas muy interesantes más allá de los tres puntos. Los Reds firmaron una primera parte sobresaliente, marcada por la inspiración de Ryan Gravenberch y la eficacia de Hugo Ekitike, pero volvieron a sufrir en el tramo final del encuentro tras los cambios introducidos por Arne Slot.
El técnico neerlandés, consciente de las exigencias de liderar la Premier League, habló tras el encuentro de la necesidad de una “evolución constante” para mantener el nivel.
Un inicio perfecto, pero con matices
Con esta victoria, el Liverpool mantiene un arranque impecable: cinco partidos, cinco triunfos y 15 puntos que lo colocan en lo más alto de la clasificación. Sin embargo, esa perfección estadística se ha visto acompañada de ciertas dudas: varios de esos triunfos llegaron con goles tardíos, síntoma de que el equipo aún no controla los partidos de principio a fin.
La primera parte ante el Everton fue la excepción. Slot la definió como un “placer de ver”, destacando la fluidez ofensiva y la solidaridad defensiva de sus futbolistas. Salah, con su visión de juego, y Gravenberch, en su nuevo rol más libre, fueron determinantes: el neerlandés abrió el marcador y asistió en el segundo tanto, firmado por un Ekitike que sigue consolidándose como referencia en ataque.
Gravenberch, el motor de la nueva idea del Liverpool
El crecimiento de Ryan Gravenberch es quizá la mejor noticia para el Liverpool en este inicio de curso. Slot le ha dado más libertad y el mediocampista responde con goles, asistencias y una presencia constante en ambas áreas. “Se lleva la atención por lo que hace en ataque, pero lo que más valoro son sus carreras sin balón y cómo ayuda a Conor Bradley en defensa”, destacó el entrenador.
El ex del Bayern está empezando a recordar a figuras como Gini Wijnaldum en la era Klopp, combinando resistencia y creatividad en un rol de box-to-box que le da una nueva dimensión al equipo.
El dilema Wirtz y la gestión del talento
No obstante, esta evolución también trae desafíos. Uno de los principales es cómo encajar a Florian Wirtz en un mediocampo que ya funciona con Gravenberch, Szoboszlai y Mac Allister. El alemán, brillante en la Bundesliga, todavía no ha encontrado continuidad en Inglaterra. Contra el Everton, su entrada coincidió con el tramo de mayor sufrimiento de los Reds, lo que alimenta el debate sobre su rol.
La profundidad de la plantilla es un arma de doble filo, y Slot deberá equilibrar talento y química para que todos encuentren su espacio sin desestabilizar la estructura.
Ekitike-Isak: competencia en la delantera
El otro frente de debate es la delantera. Ekitike, con cuatro goles y una asistencia, se está ganando a Anfield, mientras Alexander Isak —fichaje estrella del verano— aún busca su mejor forma. Slot fue claro: “Todos los grandes equipos tienen dos números 9 de excelente calidad. Nosotros también”.
El reto será gestionar la competencia entre ambos. Por ahora, Ekitike responde en el campo y se ha ganado la confianza del público, pero la presión por justificar la inversión en Isak acabará siendo un factor.
El desafío de Slot y su Liverpool
La victoria en el derbi refuerza el liderazgo del Liverpool, pero también muestra los equilibrios que Slot deberá manejar: mantener la solidez defensiva, dar espacio a talentos emergentes, gestionar egos en ataque y sostener un ritmo competitivo en Premier y Europa.
El neerlandés, consciente de lo que implica liderar a un gigante en transición, ya dejó un aviso: “Constantemente tratamos de hacer cosas diferentes. Es la evolución del equipo”. Una evolución que, si se maneja bien, puede devolver al Liverpool a la cima del fútbol europeo.







