El delantero asturiano ha oficializado este viernes su salida del club grana, poniendo fin a una etapa de cuatro temporadas en las que se consolidó como el referente ofensivo del Nàstic de Tarragona. Durante su estancia en el conjunto tarraconense, no solo se convirtió en una pieza fundamental en los esquemas del equipo, sino que también se ganó el cariño y el respeto incondicional de la afición.
Su sobresaliente rendimiento sobre el césped del Nou Estadi Costa Daurada no ha pasado desapercibido, despertando el interés de numerosos clubes de valor que ahora pujan por hacerse con sus servicios. El atacante asturiano deja una huella imborrable en la historia reciente del Nàstic, y su legado permanecerá vivo en la memoria de los seguidores granas, que lo recordarán como una auténtica leyenda del club.
¿Un futuro en Portugal?
El siguiente capítulo en la carrera de Pablo se escribirá en tierras lusas. El delantero asturiano ha decidido unirse al União de Leiria, un club con tradición dentro del fútbol portugués que actualmente compite en la Liga Portugal 2. Con este movimiento, el ariete inicia una nueva etapa fuera de nuestras fronteras, tras concluir un ciclo en Tarragona que ha sido determinante en su trayectoria profesional. El delantero del Nàstic también tenía varias ofertas de equipos de Segunda División encima de la mesa. El Ceuta o Cultural Leonesa deseaban poder contar con Pablo en sus plantillas para poder competir en la categoria de plata del futbol español. Sin embargo, el asturiano decide emprender su nuevo camino en Portugal después de ejercer un rendimiento sublime en Tarragona.
El adiós de una leyenda
Pablo Fernández ha puesto fin a su etapa en el Nàstic con una emotiva despedida en redes sociales, donde agradeció a la ciudad, al club, a sus compañeros y a la afición por hacerle sentir como en casa durante estos cuatro años. Con 15 goles en la última temporada, el asturiano se despidió como máximo goleador y uno de los líderes del vestuario. Aunque el ascenso no se logró, aseguró que «el intento valió la pena» y pidió unidad para el futuro. Se va dejando una huella imborrable en Tarragona y la afición grana ya le considera como una leyenda dentro del club.







