En un fútbol cada vez más globalizado, donde los contratos son breves, los traspasos constantes y la lealtad cada vez tiene menos peso en los jugadores, el Athletic Club sigue representando una idea distinta. En San Mamés, aún se cultivan valores que parecen de otra época. como lo son el apego a una tierra, la fidelidad a unos colores y la convicción de que no todo se mide en millones.
A lo largo de su historia, el Athletic ha sido cuna de grandes leyendas que no solo brillaron por su talento, sino también por su compromiso con la camiseta rojiblanca. Nombres como José Ángel Iribar, Telmo Zarra o Rafael Moreno “Pichichi” forman parte de ese olimpo rojiblanco de jugadores que nunca necesitaron otro escudo para ser recordados en la historia del fútbol español..
En el siglo XXI, sin embargo, solamente Carlos Gurpegui ha logrado encarnar plenamente ese ideal, llegando a convertirse en el último One Club Man del Athletic Club. Sólo él puede decir que fue del Athletic desde el primer hasta el último minuto de su trayectoria profesional. En un mundo que premian los cambios y los nuevos retos, su historia es la de quien eligió resistir en el club hasta el final.
Y por eso, más allá de títulos o estadísticas, ya forma parte de la leyenda rojiblanca.
Carlos Gurpegui: Fiel al rojiblanco
Nacido en Andosilla (Navarra) en 1980, Carlos Gurpegui llegó a Lezama en 1998 y debutó con el primer equipo del Athletic Club en 2002. A partir de entonces, desarrolló una carrera marcada por el compromiso, el sacrificio y una firme identificación con los valores del club.
Durante 14 temporadas consecutivas defendió el escudo rojiblanco, sumando más de 390 partidos oficiales. Comenzó como centrocampista defensivo y terminó reconvertido en central, rol en el que incluso lució el brazalete de capitán. Pero más allá de lo deportivo, Gurpegui destacó por su carácter, su humildad y su perseverancia.
Su carrera no estuvo exenta de obstáculos: en la temporada 2002-03 fue sancionado por dopaje tras dar positivo por 19-norandrosterona, una sanción que siempre defendió como injusta. En el tiempo en el que estuvo sancionado, el club no le dio de baja, sin liberar su ficha ni dorsal. En abril de 2008, regresó con fuerza a los terrenos de juego para continuar siendo pieza clave del equipo.
Se retiró en 2016 sin haber vestido nunca otra camiseta profesional. Tras la retirada, y gracias a su larga trayectoria en el Athletic, Gurpegui siguió ligado al club, ocupando diferentes puestos en la estructura, desde representante institucional hasta entrenador, pasando por ayudante de Valverde en el primer equipo o incluso entrenador específico.
Lealtades largas, pero no absolutas
Aunque Gurpegui es el único jugador del Athletic en este siglo que ha sido estrictamente un One Club Man, otros nombres ilustres merecen reconocimiento por sus extensas y comprometidas trayectorias en Bilbao.
Son futbolistas que estuvieron más de una década en el club, pero que por pequeños matices como retiradas fuera del club o debuts en otro equipo, no encajan del todo en el término.
Joseba Etxeberria
Llegó al Athletic en 1995, con apenas 17 años, tras debutar como profesional en la Real Sociedad. Aunque su paso por el conjunto txuri-urdin fue breve y con tan solo ocho partidos disputados, ese antecedente le impide ser considerado One Club Man.
Sin embargo, su historia con el Athletic Club fue de plena identificación: 15 temporadas, más de 500 partidos, más de 100 goles anotados y un gesto inolvidable al final de su carrera, cuando decidió jugar su última campaña con un contrato de un solo euro que fue simbólico.
Andoni Iraola
Otro de los estandartes recientes del Athletic Club. Formado en Lezama, el de Usurbil debutó con el primer equipo en 2003 y se mantuvo hasta 2015.
Disputó más de 500 encuentros y se convirtió en uno de los laterales más fiables del fútbol español. No obstante, su decisión de cerrar su carrera en el New York City FC de la MLS lo aleja formalmente de la categoría de One Club Man.
Markel Susaeta
Uno de los futbolistas más queridos por la afición en las últimas décadas. Criado en la cantera, debutó en 2007 y jugó hasta 2019, siendo pieza clave en la final de la UEFA Europa League de 2012 y en la conquista de la Supercopa de 2015.
Tras su salida, jugó en Japón y Australia, lo que le resta ese componente de exclusividad. Pero su nombre, inevitablemente, se asocia al espíritu rojiblanco.
Óscar de Marcos
De Marcos debutó en Segunda División con el Alavés en 2008, una temporada antes de fichar por el Athletic Club. Desde entonces, dedicó 16 temporadas consecutivas al club bilbaíno, convirtiéndose en un jugador polivalente, querido por la grada y respetado por sus compañeros.
Aunque su carrera profesional no fue íntegramente rojiblanca, su compromiso con el Athletic ha sido incuestionable.
Este mismo verano de 2025 ha colgado las botas, cerrando un ciclo ejemplar con más de 570 partidos, que le ha hecho colocarse como el segundo jugador con más partidos disputados en la historia del Athletic Club. En su estancia en Bilbao, De Marcos se hizo con dos títulos de Supercopa y una Copa del Rey en su palmarés.
Posibles One Club Man del Athletic de Bilbao
Aunque la figura del One Club Man parece cada vez más lejana en el fútbol moderno, el Athletic Club mantiene en su plantilla actual jugadores que podrían seguir ese camino.
A día de hoy, destacan tres nombres que combinan trayectoria, sentimiento de pertenencia y gran peso dentro del vestuario, canditos futuros al título de «One club men«:
Iñaki Williams
Debutó en 2014 y ha superado los 470 partidos con el primer equipo, además de batir el récord de partidos consecutivos en LaLiga. Durante toda su carrera, ha recibido ofertas del extranjero, pero siempre ha mostrado su deseo de seguir en Bilbao.
De mantenerse en el club hasta su retirada, se consolidaría como uno de los símbolos de la historia reciente del club.
Iñigo Lekue
Menos mediático, pero muy valorado por entrenadores y compañeros. Formado en Lezama y presente en el primer equipo desde 2015, donde ha disputado 263 partidos, ha demostrado una notable versatilidad y compromiso, pudiendo jugar en ambos laterales.
Su continuidad en el club podría convertirlo, con los años, en otro nombre importante en la historia reciente.
Yeray Álvarez
Yeray ha vivido momentos difíciles desde muy joven en el Athletic, ya que en 2016 superó un cáncer testicular y regresó a los terrenos de juego con una madurez admirable. Desde entonces, ha crecido como defensor y como referente en el equipo. En las 9 temporadas en el club, el jerarca de la zaga ha disputado más de 250 partidos.