Justo en el día del 38 cumpleaños de Iago Aspas, el Celta decidió volver a cometer errores caros en la pretemporada. A pesar del dominio en muchos tramos del encuentro, un lapsus con los pies de Ionut Radu acabó con un solitario gol de Camara. Esa superioridad además no se acabó de transformar en tanto peligro como en Zürich. A los vigueses ya solo les queda una última prueba, ya el sábado que viene, ante los Wolves para cerrar esta pretemporada de altibajos.
Mini-crónica del Vitória 1-0 Celta
Tras el triunfo contra el Grasshopper, el Celta comenzó su penúltimo amistoso con una mejor cara, dominando más el cuero. Con el paso de los minutos, el Vitória ya apreció que esas posesiones no acababan de encontrar jugadores en último tercio y empezaron a adelantar sus líneas. En ese tiempo que apenas pasaba nada, Iago Aspas vio adelantado al meta luso y probó a disparar desde el centro del campo. El balón se estrelló en el larguero ante el susto del graderío de Barcelos, una más del viejo rockero pensarían los desplazados celtistas.
La mejoría local con el paso de los minutos fue el principal problema del conjunto gallego. Para más inri, Williot Swedberg había abandonado antes del cuarto de hora inicial por molestias. Jones El-Abdellaoui entraría en su lugar en el costado zurdo. Al adelantar líneas el Vitória, pudo generar más peligro mediante centros laterales. Mientras tanto, los de Giráldez se encomendaban al moañés para coger aire y montar transiciones. Un fuerte disparo desde la frontal de Román fue lo único entre los tres palos.
El segundo tiempo, con algunas variaciones en ambos lados, fue incluso más monótono para el Celta. La salida de Iago dejaría al equipo carente de creatividad. Un mal control orientado de Radu cuando el Celta intentaba girar el juego al otro lado acabó en gol de los portugueses. Camara estuvo atento como referencia y presionó ese control defectuoso del rumano, para quitarle el balón y anotar el solitario tanto. A partir de ahí, los de Balaídos tuvieron más fe que cabeza y no terminaron de apretar claramente al portero local. Aún así, su técnico valoró ese arreón final.
«Los errores pasan factura (otra vez)»: el análisis
La sexta prueba del Celta en esta pretemporada se salda con una nueva derrota. Son cuatro ya por dos victorias, por lo tanto, con un último amistoso por disputarse, quedará de todos modos en saldo negativo la preparación. Este choque ha evidenciado de nuevo que hay cosas por pulir y que jugadores como Bryan Zaragoza, o incluso Borja Iglesias, se antojan imprescindibles para el estilo de Claudio.
El beneficio de la duda está sin embargo en el tejado gallego, pues no son más que partidos para probar cosas y se han visto muy exigidos físicamente, en palabras de Giráldez y al que no se le ve muy preocupado. Ese esfuerzo que buscaba con tantos partidos seguidos parece que lo está consiguiendo, más allá de los resultados.
La portería, otra vez en boca de todos
Otro día más, un grosero fallo vuelve a condenar al Celta en esta pretemporada. Al igual que con Iván Villar en Stuttgart, los celestes parecen no dejar atrás los errores en la portería. Esta vez fue Ionut, el guardameta de Rumanía, que venía completando una buena preparación. Sobre todo en cuanto a paradas y a juego aéreo; con los pies sí que le estaba costando más al que se antoja titular bajo palos.
En esta ocasión, en una jugada sin aparente peligro, al igual que la del portero de Aldán, el Celta se vuelve a condenar. Tras un pase desde la derecha, el control orientado hacia la zurda no acabó de ser certero. El ariete del Vitória Guimarães estuvo atento, aunque se jugó la falta al portero, y pudo anotar el solitario tanto. Un gol que llega cuando el equipo no estaba del todo mal, al igual que en Alemania.
Faltos de gol en la plantilla
Otro problema que sigue evidenciando este «EuroCelta» es el gol. Siete tantos anotados en seis partidos pueden parecer pocos al ver el número de ocasiones desperdiciadas en algunos partidos. No tanto en Barcelos en la noche de ayer, pero esos acercamientos al área rival, por lentitud o precipitación, no terminaron de ver puerta en su mayoría.
Ferrán Jutglà y Pablo Durán no están contribuyendo al gol tanto como se podría esperar sin Borja, lo que pone más en valor el trabajo realizado por el santiagués. Durante la temporada pasada, a pesar de algún bache, ya se mostró clave no solo para marcar sino para desahogar el juego con sus movimientos. Además, la «Aspas-dependencia» ya se ve obligada a ir a menos, y los jugadores de banda como Williot o Hugo Álvarez no acaban de generar todo el peligro que cabría esperar.
El desborde sigue sin aparecer
En línea con el apartado anterior, el partido de ayer ha ido en línea con lo visto ante el Braga o el Famalicao en la pretemporada del Celta de Vigo, con esas bandas menos vistas durante el transcurso del partido. Solo Jones, tal y como veníamos comentando en anteriores análisis, está aportando luz en ese desborde que pide en momentos de monotonía el Celta cuando no consigue esa palabra que tanto nombra Claudio: aceleración.
El sueco Williot, que salió lesionado al cuarto de hora, no ha arrancado esta pretemporada muy acertado. Con las salidas de Alfon y Fer López, y sin otro fichaje claro, se prevé más importante durante esta temporada. Hugo Álvarez, más liberado de tareas defensivas como interior, tampoco está generando ese desborde que él tiene.
Incluso podría encuadrarse en este grupo a los carrileros, que estaban siendo de lo mejorcito en ataque. Quitando al noruego-marroquí, Javi Rueda sin campo abierto está viendo más limitado su forma de jugar. Óscar Mingueza está resultando de lo más decepcionante en esta preparación, pues su juego interior que muchas veces descoloca a las defensas rivales no está apareciendo. Por eso, Bryan Zaragoza está llamado a generar todo ese peligro diferencial. Ayer aún no formó parte del equipo y fue a hacer grupo solamente.
Iago Aspas con 38 años: menos minutos, igual de peligroso
Cumpliendo años, como cada 1 de agosto, Iago Aspas estuvo a punto de deleitar al público con ese gol que tanto intenta. Buscando al portero adelantado y probando desde la larga distancia, en la pasada noche estuvo a punto de conseguirlo pero se topó con el poste.
Más allá de las florituras del moañés, Giráldez sigue necesitando un jugador de su calidad para que pasen cosas. Con su versión más retrasada ahora para contactar más con el balón, el 10 del Celta es de los pocos que tiene una visión especial del juego y busca siempre acelerarlo. Los cambios de lado a lado se están convirtiendo en especialidad en los últimos años cuando nadie parece atreverse, y en este encuentro generó peligro gracias a esa baza.
Variabilidad táctica, más pruebas para Claudio
Este amistoso de pretemporada contra el Vitória también lo aprovechó el cuerpo técnico del Celta para seguir probando con varios esquemas. Volvió a salir el Celta con una disposición distinta a la del segundo tiempo. En el primero, el equipo celeste para atacar partía con un 4-3-3 con Aspas más como mediocentro y su banda para Javi Rueda. En defensa, formaban ese 3-4-3 al igual que desde la llegada del porriñés. En el segundo, partieron únicamente con la característica formación de Giráldez pero con Jutglà caído a banda en esa línea de mediapuntas.








