El conjunto de Claudio Giráldez sigue sin conocer la victoria en esta temporada 25/26. Con la ilusión y las expectativas disparadas en Vigo, el «EuroCelta» cosecha un punto de seis posibles. Los despistes defensivos están lastrando al Celta, que estuvo a nada de llevarse la victoria de Mallorca. Una buena primera parte precedió a una peor segunda, donde echaron en falta el balón y las ocasiones falladas.
Gallegos y mallorquines firmaron tablas en un choque marcado por el calor, pero donde los visitantes tuvieron ocasiones para sentenciar a los de Arrasate. Tras dominar en varias fases de la primera mitad y estar más cómodos, la necesidad local de ir al ataque y el perder a un jugador como Sotelo en el medio, echó a los celestes atrás buscando la transición. El replegarse ya es bien sabido en el celtismo que no suele salir bien con jugadores de este perfil.
Fiel a su estilo, el Celta está más cómodo
Este Mallorca – Celta se puede resumir en básicamente esto. Cuando los vigueses querían proponer y ser valientes con balón, dominaron por fases y apenas concedieron atrás tiros de gol. En cambio, cuando las piernas empezaron a flaquear y los bermellones apretaban, el refresco desde el banquillo no mantuvo lo que se estaba haciendo bien. Dentro de esa dificultad que proponía Jagoba al emparejar, parecía que solo Sotelo era el único capaz de filtrar pases.
De hecho, el centro del campo alineado por Giráldez con Hugo Sotelo e Ilaix Moriba funcionó. La combinación entre el buen toque del vigués y la potencia y llegada del guineano fueron importantes en la tarde de ayer. Además, con Aspas bajando a recibir y creando huecos para arriesgar también le dieron muchos argumentos en ataque a los de Balaídos.
Incluso en ciertos momentos donde optaban por lanzar transiciones, hacían daño con simples movimientos de los delanteros. Tanto Ferrán Jutglà como Borja Iglesias parecen vitales para que pueda estar cómoda la escuadra de Claudio. El catalán, caído a banda contra el Mallorca, está aportando bastante más en esta faceta que en llegadas, donde no ha tenido mucho para lucirse.
Gol tardío que hace aún más daño
El gran punto negativo del choque vuelve a ser la faceta defensiva. Si ya salió dañada del primer partido contra el Getafe, aquí vuelve a salir señalada. El tanto del empate nace de varios despistes. El primero es en ese balón a la espalda de la zaga, donde nadie sigue a Domenech pensando que saldrá por línea de fondo. Finalmente no ocurre así y tras la disputa aérea le cae al lateral diestro del Mallorca.
El segundo error, y quizá el más aparatoso, es todo el tiempo que tiene Mateu Morey para controlar, armar el tiro y marcar el empate. Son hasta tres jugadores los que miran esos pocos segundos sin intentar bloquear el disparo. Para cuando lo hace Carlos Domínguez, ya es tarde, pues el de Petra ya la estaba clavando en la escuadra de Radu.
Más allá del gol encajado, los defensores del Celta gestionaron bien las embestidas mallorquinistas. En jugadas, el Mallorca sí se hizo notar en balones a la espalda con estos tres centrales, más destinados a aplacar el juego aéreo local. Mateo Joseph, Pablo Torre y Asano fueron incordios en algunos momentos. Por arriba en cambio, no llegó mucho peligro, sobre todo en los balones parados que defendieron con cierta categoría.
Ocasiones de gol desperdiciadas
Sin embargo, los pupilos del entrenador de O Porriño no pueden salir de la isla de Palma sin decir que no han podido ganarlo. No han faltado las ocasiones para convertir ese corto 0-1 en un 0-2 en el segundo tiempo a pesar de que chutó más el equipo local. Williot Swedberg y Fran Beltrán fueron protagonistas en este Mallorca – Celta por desperdiciar dos tiros muy claros. El sueco mandó al limbo, algo escorado, un mano a mano con la zurda a los pocos minutos de entrar. Había sido una buena jugada colectiva de los celestes que se volverían a acordar más tarde de una similar.
Tras una recuperación de Fran Beltrán y jugar con Borja Iglesias, el número 8 del Celta salió al contragolpe recibiendo el pase de Swedberg. Totalmente habilitado y en ventaja física y métrica contra Darder, perdió totalmente esa baza contra el catalán para mandar el chut por línea de fondo, sin inquietar a Leo Román. La jugada más inmediata acabó en el empate local.
Nuevas oportunidades made in Giráldez
Como era de esperar ante los siguientes dos partidos que se avecinan en Balaídos la próxima semana, el Celta rotó en Mallorca. Fue la oportunidad para salir de inicio a apuestas de Claudio Giráldez. Tanto Javi Rueda como Manu Fernández, a los que entrenó en el filial, salieron ayer de la partida. Siguiendo los pasos de los Carreira, Damián, Yoel Lago y compañía, se esperan que sean importantes.
El lateral de Alozaina marcó de hecho su primer tanto en Primera. Con la verticalidad que lo identifica se plantó ante Román y le picó el cuero para acabar en gol. En líneas generales, no sufrió mucho en defensa contra Mojica y se desplegó en ataque con peligro. A su lado partía Manu Fernández, otro debutante que sigue los pasos de su padre y abuelo jugando para el primer equipo del Celta. El central estuvo correcto y no se echó mucho en falta a Javi Rodríguez. De hecho, nace el gol de sus botas tras conectar con Sotelo para que dé la asistencia.
Inicio de temporada similar a anteriores
Hasta en Movistar+ al término del encuentro hablaban de «tensión» en Vigo. La realidad es que los olívicos no han empezado muy dispares de lo que hacen normalmente. Es más, el Celta solo ha empezado ganando sus dos primeros partidos un par de veces en los últimos diez años. Casualmente en las dos clasificaciones a Europa League.
Sin ir muy lejos, el Celta viene sumando 1/6 puntos posibles en cuatro de las últimas cinco temporadas. De hecho, la media de puntos (contando esta temporada) en las dos fechas iniciales desde que ascendieron en 2012 es de 2,5 puntos. No es un drama salir de Palma con la misma puntuación que por ejemplo el Atlético de Madrid. A todos los equipos les hace falta rodar para volver a su mejor nivel.
By
By
By
By
