El FC Barcelona ha recibido una noticia transformadora: LaLiga, a través de su presidente Javier Tebas, ha confirmado al presidente del club, Joan Laporta, que los blaugranas podrán operar bajo la regla 1:1 del Fair Play financiero este verano. Esta medida, que permite al club gastar un euro por cada euro ingresado, marca un hito en la recuperación económica del Barça tras años de restricciones financieras.
Según reportes recientes, el club cerró el ejercicio financiero 2024-25 con ingresos de 950 millones de euros, superando las proyecciones de 893 millones, lo que ha sido clave para este logro.
La regla 1:1 otorga al Barcelona una flexibilidad sin precedentes para gestionar fichajes y renovaciones, un alivio tras operar bajo ratios restrictivos como el 1:4 o 1:3. Este retorno no solo refleja la mejora en la gestión económica, sino también el esfuerzo por equilibrar las finanzas tras la complicada herencia de la directiva anterior.
El impacto en el mercado de fichajes
La vuelta a la regla 1:1 llega en un momento estratégico para el Barça, que busca reforzar su plantilla de cara a la próxima temporada. La posibilidad de operar con normalidad facilita la inscripción de nuevos jugadores, como el reciente fichaje del portero Joan García, y allana el camino para ambiciosos objetivos como el traspaso de Nico Williams. Este último, con una cláusula de rescisión de 58 millones de euros, había exigido garantías de inscripción, algo que ahora el club puede ofrecer con mayor seguridad.
Además, la regla permite al Barça gestionar renovaciones pendientes, como las de Frenkie de Jong y Eric García, asegurando la continuidad de piezas clave sin las trabas financieras del pasado. La salida de jugadores como Clement Lenglet y Ansu Fati, junto con las negociaciones para las ventas de Pablo Torre e Iñaki Peña, han contribuido a liberar masa salarial, reforzando la posición del club.
El rol de los ingresos y la auditoría
Un factor determinante para este logro ha sido la operación de los asientos VIP del Spotify Camp Nou, que generó 100 millones de euros en ingresos tras la cesión de 475 asientos a dos empresas por 30 años. Aunque inicialmente cuestionada por la auditora Crowe Spain, la finalización de las obras permitió validar esta transacción, clave para cumplir con los requisitos de LaLiga.
El club también ha trabajado en otras fuentes de ingresos, como la refinanciación de la deuda del proyecto Espai Barça por 424 millones de euros, mejorando su calificación crediticia y reduciendo la presión financiera. Estas operaciones reflejan un enfoque estratégico para recuperar la estabilidad económica.
El retorno a la regla 1:1 no solo fortalece la posición del Barça en el mercado, sino que también revitaliza su imagen como destino atractivo para los mejores talentos. Con un proyecto deportivo sólido liderado por Hansi Flick y una economía en recuperación, el FC Barcelona está listo para competir al más alto nivel, dejando atrás años de incertidumbre financiera.