El mercado del Girona se antoja bastante interesante. Tras una temporada en la que se ha tocado el cielo y rozado el infierno en un corto plazo de tiempo, los catalanes deberán reforzarse con tal de volver a escalar posiciones en la tabla y dejar claro que el descenso ya no es un lugar que ocupen los de Montilivi. Es por ello que aparece en su radar el nombre de Mika Mármol, como una opción interesante para la zaga gerundense.
Fichaje complicado, pero no imposible
El central zurdo es, sin duda, uno de los pocos nombres salvables de la temporada que cerraron hace unos meses los de Diego Martínez, que se marchó para pasarle el relevo a Luis García. Cierto que pelearon la salvación hasta el tramo final, pero la derrota en Sevilla les hundió en el infierno del descenso y su vuelta a LaLiga Hypermotion se hizo realidad.
Como dijimos antes, pocos nombres son rescatables, como el de Alberto Moleiro, pero el criado en la cantera canaria ha puesto rumbo al Villarreal, que jugará en la Champions League la próxima temporada. Otro destacable es Mika Mármol, que su buen hacer en la zaga hace que en Primera División no le quiten el ojo de encima, destacando el caso del Girona, que está dispuesto a negociar con los amarillos.
Lo malo es que la dirección deportiva de la UD Las Palmas cierra por completo la puerta a su salida, argumentando el rol clave que tendrá en el esquema de Luis García, que le ve como una pieza que puede llevar a los suyos de nuevo a la élite. Aún así, los de Montilivi pueden seguir abonando la cláusula de rescisión del futbolista, que serían unos 10 millones de euros, de los cuales cinco irían al FC Barcelona, que posee el 50% de sus derechos.
Su rendimiento, tentador para varios clubes
Cuando se ven las estadísticas del jugador la temporada pasada, uno entiende el afán del Girona en hacerse por el futbolista. Únicamente se ha perdido 8 partidos ligueros, mientras que en los 30 restantes, ha sido capaz de jugarlos en su totalidad la gran mayoría, aportando una asistencia en el duelo que su equipo perdió en Cataluña, justamente, contra el equipo de Míchel. Los números que manejan el futbolista invitan a la afición gerundense a ilusionarse con una pieza que puede dar mucho juego al equipo tanto a presente como a futuro.
Mármol tiene contrato hasta 2026, y sigue teniendo la intención de jugar en Primera, viendo con buenos ojos el proyecto del Girona, por lo que puede ser un elemento clave en las negociaciones. De momento, el español vestirá de rojiblanco solamente al abonarse el precio de su cláusula, extremo al que la entidad catalana no quiere llegar, pero seguirán luchando por un jugador que puede despertar interés de nuevo en un equipo que tan pronto como subió, bajó de nuevo a la cruda realidad.