Desde su llegada en 2014, procedente de la Real Sociedad, Antoine Griezmann ha sido uno de los jugadores más importantes de la historia reciente del Atlético de Madrid. Clave para la consecución de la Europa League y la Supercopa de Europa en 2018, ‘El Principito’ ha dejado huella en el club colchonero. Su nivel siempre fue extraordinario, llegando a convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo precisamente en 2018, donde además de títulos con el Atleti, también se proclamó campeón del mundo con Francia en el Mundial de Rusia de 2018, motivo de peso para su nominación al Balón de Oro.
Sin embargo, años después su carrera dio un vuelco inesperado, y es que en julio de 2019, Griezmann tomó la decisión de abandonar su club actual y poner rumbo al FC Barcelona, donde compartió vestuario con leyendas como Lionel Messi. Tras dos años difíciles en la ciudad condal, con un rendimiento correcto pero no brillante, Antoine decidió regresar al Atlético de Madrid con 35 goles y una Copa del Rey como culé. Su vuelta no fue fácil, y es que la afición rojiblanca le recibió con pitos y ofensas ante lo que consideraban una falta de respeto al Atlético de Madrid.
Volver y hacer historia
Pese a su complicada vuelta al equipo, Antoine Griezmann supo agachar la cabeza y entender a todos aquellos que criticaban sus decisiones del pasado. No triunfó en el Barcelona, y volver a Madrid era la oportunidad perfecta para demostrar que aún quedaba mucha magia en esas botas. La primera temporada en su segunda etapa como rojiblanco correspondía a la campaña 21/22. Llegaba tras un gran año del Atleti, y es que precisamente los rojiblancos se habían alzado con el título de Liga en la 20/21. Sin embargo, las carencias de aquel equipo eran notables, y tras la salida de Diego Costa y Moussa Dembélé, los colchoneros necesitaban reforzar su delantera.
Este primer año tras su vuelta tampoco fue memorable, llegó cedido de Barcelona y sus números fueron los de un jugador cuyo rendimiento era motivo de crítica: 8 goles y 7 asistencias. Sin embargo, la siguiente campaña fue mucho mejor para el futbolista francés, y recordó a aquel Griezmann que tanto hizo disfrutar a los aficionados del Atleti.
En la temporada 2022/23 se produjo la redención del francés, tuvo un gran nivel y se convirtió en el líder de la ofensiva del equipo. Terminó con unos números más que buenos: 15 goles y 17 asistencias, siendo además el máximo asistente de la competición doméstica. Y de hecho, todo esto lo hacía en únicamente 60 minutos por partido, y es que para evitar activar una cláusula propuesta por el FC Barcelona, Simeone siempre daba descanso a Griezmann poco después de la hora de juego, por lo que su rendimiento fue aún más admirable teniendo en cuenta esta curiosa hazaña.
Un último baile antes de la MLS
Es bien sabido por todos que el futbolista francés desea acabar su carrera deportiva en la Major League Soccer (MLS), lo que es una incógnita es cuándo sucederá esto. Todo apunta a que Antoine espera que esta sea su última temporada como rojiblanco, y algunos aficionados ya han relacionado esto con unas recientes declaraciones del jugador donde anunciaba que «se iba a cortar el pelo». El propio Griezmann reconoció hace algunos años que cuando está feliz y se siente mejor en el terreno de juego, suele cambiar de peinado para expresar su buen estado de forma física y mental.
Ahora, en la que puede ser su última campaña en Europa, Antoine Griezmann tiene la oportunidad de demostrar que, aunque sea como suplente, aún puede ser un jugador importante para el equipo e incluso participar en la conquista de alguno de los títulos pendientes del francés, como LaLiga o la Champions League.








