El arranque de temporada del Real Madrid ha sido esperanzador, no solo en resultados sino también en sensaciones y juego. La nueva propuesta de Xabi Alonso tras su estreno en el pasado Mundial de Clubes, en el que llevó hasta semifinales a un equipo desanimado tras la mala temporada pasada, está gustando a la afición y se está traduciendo en victorias momentáneas, pero con una plantilla y un carrusel de jugadores como el que posee el cuadro blanco siempre surgen dudas sobre como configurar la plantilla y plantear las alineaciones para cada encuentro.
El centro del campo merengue siempre ha sido el eje central del juego del equipo, hasta el punto de que desde la retirada de Toni Kroos el club se quedó huérfano de alguien que dirigiese el juego y pusiera órden en la distribución del balón. Solo hay que ver lo descolocado y hasta perdido que se notaba al equipo en muchos de los encuentros clave de la pasada campaña. Y a pesar de los fichajes aún se busca a alguien que supla o al menos disimule la falta de semejante talento, y la marcha de Modric no hace más que acentuar el asunto. Asimilando las pérdidas de estas dos referencias históricas no es baladí analizar la situación y las opciones presentes.
La mejora de Tchouameni
Es evidente que la llegada de Xabi Alonso le ha sentado bien al pivote galo, que está mostrando un muy buen nivel sobre el cesped desde el estreno del exmadridista en el banquillo. Y no es casualidad, pues la forma de jugar que propone el tolosarra beneficia en gran medida a Aurelien. Se trata de un jugador que sufre cuando el rival presiona alto, por lo que proponiendo una presión tras pérdida más agresiva y defendiendo hacia adelante se explotan mucho mejor las virtudes del internacional francés, pues este es capaz de llegar a más zonas del terreno de juego. Gracias a ello esta temporada se verá la mayoría de las veces a Tchouameni en el once inicial. En partidos más exigentes en los que la presión sea mayor sí que puede sufrir más (no tanto como cuando Ancelotti no tuvo más remedio que colocarle de central)
La adaptación de Guler
El turco ha modificado su forma de jugar desde su llegada al Real Madrid, normalmente se mueve con cierta libertad sin escorarse demasiado hacia la banda derecha que ocupa Valverde. Xabi Alonso lo está curtiendo para que empiece a ser un centrocampista decisivo en partidos importantes, y está claro que la mejor versión de Arda es capaz de oxigenar al eje central y ser decisivo en ataque al mismo tiempo. Su asistencia a Mbappé en el primer tanto al Oviedo en el Carlos Tartiere y el decisivo segundo gol de hoy ante la Real Sociedad son unos ejemplos de tantos. No llegará a la altura de los mejores centrocampistas de la historia que ya son forman parte del pasado madridista pero puede convertirse en una pieza esencial en el nuevo mapa blanco.
El retorno de Valverde a su posición
Tras jugar la temporada pasada de lateral y rendir bien a pesar de no ser su posición, el uruguayo sabe que tras la llegada de Alexander-Arnold y la vuelta de Carvajal su destino vuelve a ser el centro del campo, desde donde es clave en ataque siendo un gran llegador. Fede es ese jugador que no copa titulares pero cada partido demuestra que probablemente es uno de los jugadores más imprescindibles de la plantilla. Su aportación posicionándose más cerca del área y uno de los disparos lejanos más temibles del fútbol actual son muestra de lo valioso que puede ser. Al contrario que Tchouameni, claramente más defensivo, los partidos contra los equipos grandes le pueden favorecer más. Los tres choques disputados hasta ahora no ha rendido lo que se espera de él, pero se ha ganado suficiente confianza como para seguir otorgándole la titularidad en cualquier partido relevante.
El problema de Camavinga
Nadie debe dudar del enorme talento del francés, pero la realidad es que lo tiene muy difícil para volver a destacar en esta posición. Su mala temporada pasada, tanto de medio centro como de interior, y la momentáneamente inamovible apuesta de Xabi por Valverde-Tchouameni-Guler, hacen casi imposible (salvo lesión) que Eduardo sea titular. Por lo tanto, o asume su nuevo rol de «actor secundario» o recambio, o incluso se podría evaluar una posible venta en el próximo mercado invernal. La opción de moverse al lateral izquierdo se trunca con la presencia de Carreras y Fran García, por lo que o Camavinga aprovecha las pocas oportunidades que le queden sorprendiendo con una gran mejora de rendimiento o su posición en el Madrid queda seriamente comprometida.
¿Y Ceballos?
Cuando se daba por hecho su marcha al Olympique de Marsella, el utrerano dió media vuelta en la rampa de salida y por el momento decide quedarse en un Real Madrid para el que muchos dicen que no tiene el nivel suficiente, a pesar de que la temporada pasada tuvo picos de rendimiento muy esperanzadores. Todo se complicó con la lesión en el partido de ida de semifinales de la Copa del Rey frente a la Real Sociedad, tras la cual no recuperó el nivel. Ha tenido la «mala suerte» de coincidir con las dos leyendas, Luka y Toni. Es innegable su gran trayectoria, pero en Chamartín nunca ha conseguido encajar con ningún entrenador.
La esperada vuelta de Jude
Aunque su campaña 2024/25 fué bastante mejorable, todos cuentan los partidos para que el inglés regrese de su tediosa recuperación del hombro. Puede costarle entrar en juego con la temporada ya iniciada, pero debe ser indiscutible en el esquema blanco. Añadiéndole a la ecuación Valverde-Guler-Tchouameni conformaría un 4-4-2 con posibilidad de acercarse a Mbappé y Vinicius o incluso prescindir de Guler para cambiar a 4-3-3. Sea cual sea la fórmula Xabi debe contar con él. Pero si una cosa ha dejado clara el dirigente vasco es que no le pesa el nombre ni la jerarquía a la hora de realizar las convocatorias, si no rindes vas al banquillo. Vinícius lo sabe más que nadie.
Dictada la sentencia sobre la más que probable configuración del centro del campo del Madrid para, al menos, estos próximos meses, solo queda dejar que el nuevo proyecto florezca y deje atrás las malas sensaciones de la temporada reciente. La defensa ha mejorado, la presión tras pérdida parece que ya no es un problema mayor y la delantera es inmejorable, sin embargo no se puede ocultar que al eje central blanco le falta talento respecto a otros equipos que ahora mismo pueden verse superiores como PSG, Liverpool o Barcelona. Y en los grandes choques que se disputen este curso ante semejantes potencias (próximamente en la fase de liga de Champions en Anfield y los clásicos frente al Barça) esas pequeñas brechas pueden marcar la diferencia.








