El máximo goleador histórico de la selección francesa retorna a su país de origen para enfundarse la camiseta del Lille, firmando únicamente hasta el 2026.
La aventura en EEUU que parecía definitiva
Cuando Giroud se retiró de Les Bleus tras el Mundial de 2022 y emprendió su camino hacia Estados Unidos tras buenos años en el Milan se daba por hecho que un destino tan exótico sería sinónimo de un ocaso dorado y una pronta retirada, pero no fue así. Aunque su etapa en Los Ángeles no es de las más destacables, el punta de 38 años quiere seguir compitiendo y jugará en el Lille, firmando por una temporada.
Será el sustituto de Jonathan David, que se ha ido a la Juventus como agente libre, por lo que sin duda, aportará veteranía y experiencia de cara a la Europa League que disputarán Les Dogues la próxima temporada.
Una carrera envidiable
El francés no puede quejarse de palmarés: ganó una Champions siendo importante en el Chelsea (un gol suyo puso la eliminatoria de cara ante el Atlético por 0-1 en la ida), una Ligue 1 con el histórico Montpellier o una Serie A siendo clave en el Milán, entre otros títulos, además de una Copa del Mundo con Francia en 2018, donde pese a no marcar, hizo un gran trabajo para nutrir a Griezmann y Mbappé de oportunidades interesantes de cara a gol.
Hay que destacar también que es el máximo goleador de la historia de la FFF con 57 goles y tiene un Premio Puskas por un tanto de escorpión que le marcó al Crystal Palace cuando jugaba en el Arsenal.
Ahora de vuelta en su país tras abandonarlo en 2012 para irse al Arsenal, Giroud busca un último reto a nivel europeo a la vez que quiere seguir aumentando sus cifras goleadoras. Pese a rozar los cuarenta años, ganas y entusiasmo no le faltan y ha demostrado seguir teniendo ganas de mostrar su mejor nivel en la élite, aunque su regreso a la selección está descartado