Paul Pogba está listo para volver al fútbol profesional. El centrocampista francés, de 32 años, firmará un contrato por dos temporadas con el AS Mónaco, según confirmó el periodista Fabrizio Romano. El acuerdo se cerrará oficialmente en los próximos días, una vez el jugador supere el reconocimiento médico. Después de más de un año y medio alejado de los terrenos de juego por una sanción por dopaje, Pogba volverá a la Ligue 1, donde se formó y debutó profesionalmente con el Le Havre antes de iniciar su carrera internacional.
Fin de la sanción y preparación individual
Pogba fue sancionado en septiembre de 2023 con cuatro años de inhabilitación tras dar positivo por DHEA, una sustancia prohibida. Sin embargo, tras recurrir al Tribunal de Arbitraje Deportivo, su castigo fue reducido a 18 meses. Esta modificación le permitia volver a competir en marzo de 2025. Durante este tiempo, el exjugador de Juventus y Manchester United ha compartido vídeos de sus entrenamientos, evidenciando una condición física envidiable, fruto de un plan personalizado en Estados Unidos.
El jugador ha mantenido una estricta preparación física y mental, consciente de que esta puede ser su última gran oportunidad para relanzar su carrera y volver al radar de la selección francesa. Pogba ha declarado en su círculo más íntimo que su objetivo es llegar en plenitud al Mundial de 2026, donde sueña con volver a vestir la camiseta de «Les Bleus».
El proyecto ambicioso del Mónaco
El AS Mónaco ha sorprendido a Europa con su movimiento. Clasificado para la próxima Champions League tras finalizar tercero en la Ligue 1, el club del Principado busca experiencia y liderazgo para reforzar un equipo joven que también incorporará otros nombres destacados, como el de Ansu Fati. El fichaje de Pogba responde a esa lógica: talento, experiencia internacional y una figura mediática que puede aportar mucho tanto dentro como fuera del campo.
Desde la directiva monegasca existe plena confianza en que Pogba pueda convertirse en una pieza clave del esquema. Su versatilidad, visión de juego y capacidad para controlar el ritmo del partido lo convierten en un perfil deseado. Su llegada también representa un golpe de efecto mediático para una plantilla que aspira a competir de tú a tú con PSG y Marsella.
Riesgos y oportunidades de Paul Pogba
No obstante, la operación no está exenta de riesgos. Paul Pogba no juega un partido oficial desde mediados de 2023, y el fútbol de élite exige una adaptación física inmediata que no siempre es fácil de conseguir tras una ausencia tan prolongada. Las dudas sobre su estado real de forma son legítimas, así como los interrogantes en torno a su capacidad para rendir al máximo nivel tras la sanción y las lesiones sufridas en el pasado reciente.
Además, el caso de dopaje podría seguir pesando en la percepción pública del jugador, especialmente en un fútbol cada vez más sensible a este tipo de escándalos. Será clave cómo gestione Pogba esa presión mediática y si logra recuperar la confianza de la afición francesa.
Por otro lado, las oportunidades que este fichaje abre para ambas partes son significativas. Para el AS Mónaco, se trata de incorporar a un futbolista con un palmarés envidiable (campeón del mundo, de Europa League y múltiple ganador de ligas nacionales) y con una calidad que, en plenitud, puede marcar diferencias. Para Pogba, el Mónaco representa un entorno menos hostil y con menos presión que clubes como la Juventus o el United, ideal para recomenzar su trayectoria con calma y ambición.
Si logra reencontrarse con su mejor versión, Pogba no solo puede devolverle competitividad al Mónaco, sino también reabrir las puertas de la selección nacional y convertirse nuevamente en uno de los mejores mediocampistas de Europa. Su experiencia, liderazgo y conocimiento táctico pueden ser fundamentales para guiar a los jóvenes talentos del vestuario y para afrontar los exigentes retos del calendario europeo.