La derrota contra la Lazio, por 1 a 0, ha supuesto el último clavo en el ataúd de Igor Tudor. La relación entre el técnico croata y la Juventus de Turín ha pasado por demasiados altibajos desde su contratación el pasado mes de marzo.
Habiendo trascurrido 10 jornadas de Serie A, la Juventus se encuentra 8º clasificada con 12 puntos. No está relativamente lejos del líder de la Serie A, el Nápoles con 18 puntos, pero las sensaciones eran de proyecto muerto a finales de octubre. En el último mes no conocían la victoria ni en Serie A ni en Champions. 8 jornadas sin que la Vecchia Signora sumara de tres. De hecho, la última vez que lo hizo fue contra el Inter de Milán ganando por 4 a 3. Ese partido ocurrió el 13 de septiembre.
No está claro quién será el sustituto de Igor Tudor, pues existen varios candidatos que están sin trabajo actualmente. Dentro de estos, Raffaele Palladino, ex jugador de la Juve y entrenador de la Fiore hasta junio, parece la opción más probable. Luciano Spalleti o Roberto Mancini también aparecen entre las opciones más plausibles. De pronto para el partido de este mismo miércoles contra Udinese, el técnico interino bianconeri será Massimo Brambilla.
Un baile de entrenadores eterno en la Juventus
La mala situación que vive la Juventus de Turín se puede remontar perfectamente a un año en concreto como es 2019. En aquel entonces, Massimiliano Allegri abandonaría el proyecto bianconeri, tras una época de esplendor máximo. Ganó 5 Scudettos y otras 5 copas de Italia. Su sustituto sería Mauricio Sarri, con pasado en Napoli, y tras haber ganado la Europa League con el Chelsea el curso anterior. ¡Sólo duró una campaña! El sustituto de Sarri, elegido por la Juve, sería un icono bianconeri como Andrea Pirlo, quién estaría asistido por otro icono del club, como Igor Tudor. El dúo también duró una campaña.
Tres años después volvieron al punto de partida contratando a Massimiliano Allegri de nuevo. «Nunca debes volver a dónde fuiste feliz...» dice un grande de las letras como Joaquín Sabina, y no puede estar más en lo cierto. Tres años de proyecto de Allegri socavaron su reputación previa. Únicamente ganó una Copa de Italia.
En la campaña 2024-25, la Juventus quería un cambio de estilo en el entrenador y de modelo en la plantilla. Thiago Motta fue el elegido para sustituir a Allegri, después de haber sobresalido en su primera experiencia en los banquillos con el modesto Bolonia. Equipo al que clasificó a la fase de liga de la Champions League. Junto al técnico italobrasileño se acometió una poderosa renovación de la plantilla. Ficharon a jugadores como: Thuram, Nico Gonzalez, Conceição o Koopmeiners. Lo cierto es que el proyecto no funcionó desde el principio. Motta renunció a su modelo de juego vistoso, aplicado en Bolonia, por un estilo más reactivo que asegurara los resultados. En marzo, cuando el equipo peligraba para acceder a los puestos europeos, Motta fue destituido. Su sustituto, Igor Tudor.
Igor Tudor y una muerte anunciada
La Juventus recurría a un técnico que tras dejar de ser asistente de Pirlo había tenido buenas y cortas actuaciones como técnico. En 2021 fue al Hellas Verona. Un equipo preparado para descender a Serie B al cual dejó a las puertas de Europa. Al año siguiente firmó por el OM. Compitió hasta dónde pudo la Liga al PSG y clasificó al equipo a la Champions League. Nuevamente se fue al acabar el curso. En marzo de 2024 fichó por la Lazio pero sólo entrenó en Roma hasta junio, cuando él mismo dimitió por desavenencias con la directiva por el mercado de fichajes.
De esta forma llegamos a marzo de 2025 y su fichaje por la Juventus de Turín. Tudor firmó hasta junio, pero en el club vieron óptimo renovarle después de conseguir clasificar al equipo a la Champions. Al igual que pasó el curso pasado acometieron muchos fichajes: Openda, David, o Zhegrova, pero estos todavía no han sido capaces de brillar. De hecho, lo más positivo de su paso por la Juventus es la gestión de Kenan Yildiz. El futbolista turco bajo su tutela se ha convertido en uno de los mejores jugadores de Europa.
La sensación tras esta destitución, la primera en la Serie A este curso, es que la Juve lleva más de un lustro atravesando un desierto eterno. El nuevo entrenador podrá conseguir resultados pero todo apunta a que los máximos culpables de esta situación están sentados en los palcos y eso es más difícil de ser cambiado…








