El Atlético de Madrid ha puesto fin a una etapa con la salida de dos de sus defensas laterales: Reinildo Mandava y César Azpilicueta. Ambos jugadores abandonan la entidad colchonera tras disputar el Mundial de Clubes 2025, dando paso a una renovación necesaria en la zaga del equipo del Cholo. Sus marchas, aunque esperadas, dejan huella por diferentes motivos en la afición y en el vestuario.
Reinildo y Azpilicueta: Trayectorias opuestas, mismo compromiso
Reinildo Mandava, fichado en enero de 2022 desde el Lille, fue uno de los grandes descubrimientos defensivos del Atlético de Madrid en su momento. Su irrupción inmediata en el once titular de Diego Pablo Simeone trajo equilibrio, intensidad y una solidez por banda izquierda muy valorada por el cuerpo técnico. Sin embargo, la grave lesión de rodilla sufrida en 2023 en un duelo ante el Real Madrid, frenó su progresión y condicionó su continuidad. Aunque logró regresar a la competición, su rol en el equipo disminuyó considerablemente, y en la última temporada apenas acumuló minutos.
Por su parte, César Azpilicueta llegó en verano de 2023 con la etiqueta de líder experimentado. Tras más de una década de éxitos en el Chelsea y con una trayectoria impecable en la selección española, aterrizó en el Metropolitano como un refuerzo para la defensa. Su participación fue intermitente, en parte por cuestiones físicas, pero su papel en el vestuario fue fundamental. Aportó jerarquía, profesionalismo y una voz respetada dentro del grupo. Dicho por el propio Simeone: «Es un entrenador dentro del vestuario».
Salidas necesarias para un nuevo ciclo en el Atlético de Madrid
Las salidas de Reinildo y Azpilicueta forman parte de un proceso de reestructuración deportiva en el Atlético de Madrid. El club necesita liberar fichas y masa salarial para afrontar una renovación profunda, especialmente en las bandas defensivas, donde se buscan perfiles más jóvenes y físicamente potentes para adaptarse a las exigencias de la competición local.
Además, la dirección deportiva trabaja activamente en fichajes que refuercen al equipo de cara a una temporada con grandes retos. Estas salidas, aunque dolorosas en lo emocional, son estratégicas para mantener la competitividad del proyecto.
La afición rojiblanca despide con respeto y gratitud a dos jugadores que, con estilos y trayectorias diferentes, representaron los valores del club: compromiso, sacrificio y entrega. Ahora, el Atlético de Madrid mira al futuro, consciente de que para crecer y mejorar, a veces hay que saber decir adiós.