La eliminación del Atlético de Madrid en la fase de grupos del Mundial de Clubes 2025 ha sido uno de los momentos más impactantes del torneo, marcando un nuevo capítulo de frustración para el equipo dirigido por Diego Pablo Simeone. A pesar de las altas expectativas depositadas en el conjunto rojiblanco, su salida temprana en el torneo, ha generado un profundo debate sobre el rendimiento del equipo, las decisiones tácticas y las perspectivas futuras.
Un grupo competitivo: La dificultad de la fase inicial
El Atlético de Madrid fue asignado al Grupo B, considerado por muchos como el “grupo de la muerte”, junto a Paris Saint-Germain, campeón de la Champions League, Botafogo, ganador de la Copa Libertadores, y Seattle Sounders, representante de la MLS. Este sorteo representaba un desafío formidable, ya que el Atlético enfrentaba a dos equipos campeones continentales y a un conjunto local motivado por su afición.
A pesar de esto, las expectativas eran altas, dado el historial del Atlético en competiciones internacionales y su alta clasificación en el coeficiente UEFA, que les aseguró un lugar en el torneo por encima de clubes como el FC Barcelona.
El debut contra el PSG fue desastroso: una goleada 4-0, con goles de Fabián Ruiz, Vitinha, Senny Mayulu y Kang-in Lee, expuso las debilidades defensivas del equipo. Esta derrota inicial marcó el tono de la campaña, dejando al Atlético en una posición complicada desde el arranque.
Aunque lograron reponerse con una victoria 3-1 contra Seattle Sounders, gracias a un doblete de Pablo Barrios y un gol de Axel Witsel, el daño ya estaba hecho.
La victoria insuficiente contra Botafogo
En el último partido de la fase de grupos, el Atlético necesitaba una victoria por al menos tres goles contra Botafogo para superar la diferencia de goles y avanzar a octavos de final, especialmente tras la sorprendente victoria de Botafogo sobre el PSG. Sin embargo, a pesar de un esfuerzo ofensivo considerable, el Atlético solo logró un gol tardío de Antoine Griezmann en el minuto 87, asegurando una victoria pírrica de 1-0 que no fue suficiente.
Botafogo demostró una solidez defensiva notable, forzando a los rojiblancos a realizar disparos con múltiples defensores en el camino. La falta de contundencia en el ataque, junto con la imprecisión en el último tercio del campo, fue determinante.
Jugadores como Rodrigo De Paul y Julián Álvarez no lograron marcar la diferencia esperada, y las decisiones tácticas de Simeone, como la entrada tardía de Griezmann y Ángel Correa, no pudieron revertir el resultado.
Factores clave de la eliminación
Inconsistencia defensiva y errores iniciales: La goleada inicial contra el PSG evidenció problemas en la zaga, con fallos individuales como el de Clement Lenglet, expulsado tras recibir dos amarillas, y la falta de coordinación en la presión alta. La defensa, tradicionalmente el punto fuerte del Atlético bajo Simeone, no estuvo a la altura en momentos clave.
Falta de profundidad en el ataque: A pesar de contar con jugadores de calidad como Griezmann y Julián Álvarez, el Atlético mostró una preocupante falta de pegada. La sequía goleadora de Griezmann, rota en el último partido, y la poca influencia de De Paul en el centro del campo limitaron las opciones ofensivas.
Decisiones tácticas cuestionables: Simeone optó por mantener su esquema habitual, pero la falta de refuerzos en el mercado de fichajes y la decisión de no rotar jugadores clave en un torneo exigente generaron críticas. La prensa española señaló a De Paul como uno de los jugadores que deberían salir del club, destacando su bajo rendimiento.
Impacto externo: Factores como el calor de Los Ángeles afectaron el desempeño, aunque no justifican completamente la eliminación. El Atlético no logró adaptarse a las condiciones adversas ni al estilo de juego de sus rivales.
Implicaciones para el Atlético de Madrid
La eliminación no solo representa un fracaso deportivo, sino también una oportunidad perdida a nivel económico y de marca. El club esperaba embolsarse hasta 135 millones de euros si llegaba a la final, además de fortalecer su presencia en el mercado estadounidense, clave para futuros inversores.
El Atlético ahora se prepara para la reanudación de La Liga el 17 de agosto y el inicio de la Champions League el 29 de agosto. La eliminación en el Mundial de Clubes pone presión sobre Simeone para reestructurar el equipo, especialmente en el mercado de verano, donde se rumorean salidas como las de Ángel Correa a Tigres y Rodrigo De Paul a clubes italianos.