La UEFA sanciona al FC Barcelona con 15 millones de euros por incumplir las normas del fair play financiero. La multa, que incluye condiciones adicionales, pone en riesgo su acceso a competiciones europeas y podría afectar su estabilidad económica.
Multa inmediata, condiciones y otros clubes afectados
La UEFA, a través de su Cámara del Órgano de Control Financiero de Clubes (CFCB), ha impuesto al FC Barcelona una sanción total de 60 millones de euros por violar las normas de ingresos del fair play financiero referentes a los ejercicios de 2023 y 2024. Del total, 15 M€ son de pago inmediato, mientras que los 45 M€ restantes están condicionados al cumplimiento de los objetivos económicos durante los próximos dos años.
El Barça no es el único sancionado: clubes como Chelsea, Aston Villa, Olympique Lyonnais, Porto y Hajduk Split también recibieron multas, aunque en formatos distintos de cantidades y plazos.
- Chelsea: 20 M€ inmediatos + posibles 60 M€ más, con acuerdo a 4 años
- Lyon: 12,5 M€ inmediatos + 50 M€ condicionales, acuerdo a 4 años
- Aston Villa: 5 M€ + 15 M€ condicionales
Detalles del incumplimiento y seguimiento de la UEFA
La UEFA detectó que el Barça declaró ingresos no válidos, como ventas de activos, swaps y cesiones entre partes vinculadas, lo que provocó un déficit agregado superior al límite permitido durante la temporada 2024‑25. El club aceptó el acuerdo el 3 de julio, comprometiéndose a no superar un déficit de 5 M€ en 2025‑26 y ajustarse a las reglas antes del cierre de 2026‑27.
Además de la multa económica, la UEFA ha incluido restricciones en la inscripción de jugadores para competiciones europeas, con posibles limitaciones adicionales si no se cumplen los objetivos financieros. El club también será monitoreado anualmente, con riesgo de sanciones deportivas e incluso de exclusión de competiciones UEFA en caso de reincidencia.
Reacción institucional
El FC Barcelona ha aceptado el acuerdo, evitando así una posible suspensión o expulsión de torneos internacionales, demostrando voluntad de ajuste contable. El presidente Joan Laporta, cuya gestión sigue bajo escrutinio, deberá soportar una supervisión financiera más riguroso tras esta medida.